sábado, 28 de agosto de 2010



Este arte abarca básicamente tres siglos: el XI y XII son su inicio y el XIII es parte expansiva. Nos muestra una simple decoración al estilo europeo (enganchado un poco al tiempo romano) y símbolos religiosos apegados al cristianismo. Esto se refleja en las distintas iglesias o monasterios antiguos ubicados en Italia, Francia y España, en donde este suceso tiene sus orígenes. Se caracteriza por los recintos oscuros por dentro, bien edificados por afuera y su uniformidad en todo gracias a las peregrinaciones.


Tuvo fuerte impacto inicial desarrollándose entre los siglos XI y XII en España, como se señaló anteriormente, siendo su principal punto de apreciación la iglesia de Santiago de Compostela. Esta es la obra o muestra más representativa en la cual uno puede resaltar las características o fuertes de este arte. Luego de producirse en esa parte de Europa, avanza lentamente a los otros dos países en los que también denota su gran valor, tanto arquitectónico como en los distintos significados.


Los puntos más resaltantes que denotan las iglesias de ese estilo son: el Arco de medio punto, en la entrada las Arquivoltas (seguimiento de arcos a profundidad-parte superior de la puerta), los campanarios, los Contrafuertes (columnas que soportan el peso de los muros), las Bóvedas (interior del recinto a lo largo de principio a fin) con los Arcos fogones en la parte superior y el Ábside (zona posterior de la iglesia). Finalmente, las Naves centrales y laterales (donde los peregrinos se sientan), la Transversal (solía ser más reducida anteriormente, pero fue cambiando con el paso del tiempo) y el Parteluz (soporte para de la puerta por sobrecarga de peso).


Otros de los puntos característicos son: las decoraciones (simples, religiosas y con formas fantásticas), la poca entrada de luz (casi nula), el Tímpano (ubicado en la puerta con diseños y presentaciones de Jesús), la construcción de estos lugares con piedra (muy característico) y en las columnas externas de la iglesia, su estructura (parte superior: Cimacio, parte intermedia: Capitel ornamentado y resto: Fuste). Las iglesias en estos tiempos son de poca luz y decoración, pero son recordadas por su elaboración y significado en cada aspecto.