Para inicios del Siglo XII las ciudades/estados de Siena y Florencia eran rivales políticos, economicos y un poco despues el enfrentamiento era de caracter intelectual por medio de sus ideologías artísticas. Ambos eran parte del periodo artístico denominado Trecento que era la continuación del estilo Bizantino.
La Escuela Florentina o, en todo caso Florencia, se convirtió junto a la ciudad/estado de Roma en las 2 ciudades más persistentes en cuanto al Duocento, caracterizado por las figuras planas y de casi nula expresión. La Escuela Florentina nace con Cimabue en 1272 aproximadamente, él trata de romper un poco la bidimensionalidad y hacer las pinturas más expresivas y fluidas pero sobretodo más cercanas a la realidad. Su máxima obra es la Maestà di Santa Trinità, la cual se encuentra actualmente en la Galería de los Uffizi en Florencia.
A pesar de que Cimabue inicia todo esta nueva tendencia, el Gran Maestro de la escuela Florentina se considera nada más y nada menos que a su propio discípulo Giotto di Bondone quien impone un nuevo lenguaje pictórico al darle a sus personajes profunda emotividad y en algunos casos logra captar el estado de crisis o presion en el que se encuentran. Algunas obras son l'omaggio di un uomo semplice y L'Adorazione dei Magi
La Escuela de Siena, que era rival político de Florencia, también había avanzado en cuanto a sus tendencias pictóricas. Duccio di Buoninsegna es el hombre que inicia la Escuela de Siena. Esta escuela esta fuertemente influida por la pintura Bizantina. La obra máxima de Duccio es La Maestà del Duomo di Siena y al reverso de esta Storie della Passione di Cristo
Tomando como ejemplo a Duccio para la ejecución de sus obras, Simone Martini es considerado el artista más gótico o puramente gótico y también un Maestro del color. Algunas de sus obras son La Maestà y Guidoriccio da Fogliano
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